Renée, nuestra chiquita de 9 añitos, no pudo más. Su corazón era tan grande que no le cabía en el pecho.
Su vida no fue nada fácil, abandonada a su suerte.. y ya cuando la quisimos rescatar, era muy tarde para que pudiéramos curarla de su insuficiencia. Su antiguo dueño la tenía como a su otra hermana Uma, olvidadas en un chenil… nos mordemos la lengua, porque de todo lo que queremos decir, nos envenenamos.
Gracias a su tía Davi y a Víctor, estos dos últimos meses de vida ha sabido lo que es el amor y el calor de una familia… muchísimas gracias por cuidarla y quererla por el día y por esas noches en las que ella reclamaba atención.
Fuiste muy feliz Renée… al menos es lo que intentamos desde el momento en que te conocimos… DEP.